Ubicado en San Ángel, el Parque de la Bombilla es uno de los espacios públicos más representativos del sur de la Ciudad de México. Además de sus áreas verdes y senderos, el parque guarda una historia que marcó al país: ahí fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón en 1928.
El sitio donde hoy se encuentra el parque fue, a inicios del siglo XX, un restaurante muy conocido llamado “La Bombilla”, famoso por su iluminación eléctrica, algo novedoso en aquella época. El 17 de julio de 1928, Obregón fue atacado en ese lugar por José de León Toral, un opositor a su gobierno. Años después, el restaurante fue demolido.
El 17 de julio de 1935, el presidente Lázaro Cárdenas inauguró en ese mismo punto el parque que hoy conocemos. El objetivo era rendir homenaje a Obregón. El monumento central, diseñado por el arquitecto Enrique Aragón Echegaray y el escultor Ignacio Asúnsolo, tiene un estilo art decó con elementos clásicos. Durante años, en su interior se conservó el brazo embalsamado que Obregón perdió en batalla. Hoy hay una réplica en mármol.
El monumento está flanqueado por dos esculturas que representan el sacrificio y el triunfo. También incluye un águila, símbolo del esfuerzo del norte del país durante la Revolución Mexicana.
El parque fue rehabilitado en 2015. Se renovaron los andadores, se colocaron nuevas fuentes, bancas, árboles y luminarias. Hoy, La Bombilla es un espacio que combina historia y vida cotidiana. Es punto de encuentro para quienes corren, pasean, leen o asisten a eventos culturales, como la Feria de las Flores o actividades artísticas en fechas especiales.
Con acceso fácil desde el Metrobús La Bombilla y a unos minutos del Metro Miguel Ángel de Quevedo, este parque se mantiene como un lugar de memoria, pero también como un espacio abierto y activo en la vida urbana.
Fotografía: Inés Arroyo




